Con el objetivo de crear redes que sirvan de base para la organización contra el capitalismo, el estado y su explotación, lxs compañerxs de Carabanchel (Madrid) han organizado un Mundialito Antirracista este septiembre. En estas líneas que vienen lxs compañerxs nos hablan de la importancia de crear redes, de unirse como clase, contra un enemigo común. Pero, es cierto, que esta unión no debe acabar aquí, no debe terminar en la cancha, sino que allí debe comenzar. Lo que de aquí surja debe de superar las líneas de los campos y afrontar la necesidad de organizarse colectivamente y como clase frente a la explotación. Sin duda, esto es un comienzo.

VI Mundialito Antirracista de Carabanchel
Después del parón pandémico, volvemos con ganas para darle caña a la sexta edición del Mundialito Antirracista de Carabanchel. Ya sabéis que solemos hacerlo en Mayo, pero para no perder otro año, lo hemos movido momentáneamente a Septiembre.
Un año distinto, sin dudas, lleno de situaciones excepcionales y de nuevos retos en nuestras vidas que tendremos que afrontar, posiblemente, el resto de nuestra existencia. Porque las consecuencias de la pandemia y los cambios político-sociales asociados a ella, no han hecho más que empezar a instaurarse en nuestras vidas: control social, aumento de presencia policial, nuevas leyes punitivas, multas, subida de los precios de las necesidades básicas, más precariedad laboral, peor estado de salud generalizado, aumento de las "crisis" emocionales y una larga lista de consecuencias que aún nos quedan por vivir.
Pero "afrontar" no significa aceptar ni asumir ni resignarse. Afrontar tampoco es "gestionar" o "compatibilizar" la llamada "nueva normalidad" con la antigua, que si bien esta es algo más asfixiante, veníamos de una realidad totalmente desbordable y complicada. Si bien es cierto que las cosas se están poniendo cada vez más feas, incluso antes de la pandemia (teniendo en cuenta que para muchxs, las cosas nunca fueron bien porque nuestra condición de explotadxs nos somete a condiciones de vida totalmente miserables, precarias e indignas), esto no quiere decir que no haya nada que podamos hacer. Es más, quizá partiendo de una situación tan decadente y, en un punto, difícil de mejorar (a niveles de "gobiernos", "política" o "capitalismo") sólo queda esperar cualquier situación, momento, acontecimiento o escenario, que genere planteamientos de nuevas formas de vivir, de luchar, de transgredir, de enfrentar...
Del Capitalismo y sus gestores no esperamos nada y sólo creemos que todo esto puede ir a peor. Pero entre tanta incertidumbre y entre montañas de necesidades que no son cubiertas por ningún agente político vendido y a merced de lxs poderosxs (como lo han estado siempre los sindicatos verticales, las empresas, nuestrxs jefxs, nuestrxs caserxs, las inmobiliarias, lxs inversorxs, la policía, el Estado, etc.) sólo queda el apoyo mutuo, la auto-gestión, la solidaridad, la acción directa, el ataque y la auto-organización.
Este evento es tan simple como necesario sobre todo viniendo de una realidad de mayor aislamiento social y de una disminución de la presencia en las calles de muchos movimientos que antes hacían uso de ella. Desde el Mundialito siempre nos ha motivado como objetivo principal el hecho de pasar un día en la calle (a través del a excusa del deporte, que de paso fomenta un encuentro diferente a los que estamos acostumbradxs los fines de semana) y un momento muy importante en el que sacamos la propaganda a la calle a través de las distribuidoras. El fútbol, el volleyball son excusas que nos permiten crear lazos y encuentros alejados de la mercantilización del tiempo y de la necesidad de estar bajo 4 paredes sin ser visibles.
También queremos hacer especial hincapié a las nuevas mal llamadas "crisis migratorias" que están sucediendo, que no son más que vueltas de tuerca que el Capitalismo necesita para su propia existencia. Vueltas de tuerca que utilizan como rehenes a lxs de siempre, a las personas que no tienen más opciones que abandonar sus lugares para buscar algo mejor a riesgo de morir en el camino, de ser deportadxs, torturadxs, detenidxs o asesinadxs por las fuerzas de seguridad de algún país. No, no son crisis migratorias, no son invasiones ni oleadas, son la consecuencia de sus guerras, sus conflictos económicos, sus leyes de extranjería, su autoridad y sus mecanismos de control de población cada vez más tecnológicos y sofisticados (especial mención a la empresa Frontex y a los cuerpos y fuerzas de seguridad de todos los Estados que colaboran desde organismos como Europol e Interpol en todas estas masacres en defensa de la "seguridad nacional" y las fronteras).
Este año, especialmente, queremos que se nos vea y queremos tomar la calle, llenarla de gente, de material, de conversaciones, de acercamiento y de nuevos contactos entre nosotrxs que nos ayuden a plantear estrategias colectivas para lo que está por venir.
Ya hemos esperado demasiado tiempo.
Si no somos nosotrxs, ¿quién?. Si no es ahora, ¿cuándo?
Nos vemos en las canchas, nos vemos en las calles.
Para conocer las bases y acuerdos del torneo: aquí.