Sirviéndonos del titulo del breve ensayo de Sara Mesa, abordamos brevemente la situación educativa en los centros no universitarios de la Comunidad de Madrid, observando el caso particular de un instituto público del suroeste de la Comunidad.

Por parte del ejecutivo madrileño se está presentando la educación en tiempos pandémicos como un verdadero triunfo y modelo de administración. Atrás quedan las largas colas de docentes esperando a hacerse las PCR, o la improvisación en los protocolos.
Según Antonio Zapatero, las aulas afectadas por casos Covid apenas suponen “un 0,5% del total de 35.000 aulas”. Sin embargo, cuando hablamos con la comunidad docente, nos percatamos de que este bajo numero de casos puede responder, no a una situación real, sino a un silencio administrativo. Europa, nombre falso de una directora del Sureste de Madrid, nos informa que tras rellenar el “Anexo 3” con el que informa de casos positivos de Covid en su centro, Salud Pública responde con un indignante e irresponsable silencio. Europa, que además se encuentra confinada, achaca esta situación a un desbordamiento de S. Pública.
Nuestra directora al ser preguntada por si puede hablar abiertamente con la prensa, recuerda que no, y por ende en clandestinidad, Europa nos informa de que siempre que quieran hablar con medios de comunicación, las profesoras, pero también los médicos, deben comunicarlo previamente a Consejería.
Europa nos cuenta alguna que otra experiencia que ha tenido con algún medio generalista y nos recuerda, sin embargo, que esta situación de silencio impuesto, que Ayuso se empeña en desmentir, viene desde mucho antes de la pandemia. “No les interesa que digamos que faltan docentes o recursos”. En su centro hay varias personas encargadas de la limpieza de aulas comunes y no comunes pero ningún facultativo médico. “De momento vamos bien, pero a la que haya rebrote, yo cierro aula, aunque Salud Pública no se pronuncie” sentencia cansada de la situación.