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Las luces de navidad. Un nuevo tratamiento contra la pandemia.

El pasado jueves 26 de noviembre el ayuntamiento de Madrid encendió orgulloso sus luces de navidad, pero, cuestiones ecológicas y culturales a parte ¿Cuánto dinero nos va a costar el alumbrado navideño a los ciudadanos?




El ayuntamiento, dirigido por Almeida, lejos de disminuir el presupuesto decorativo a casusa de la crisis ha decidido aumentarlo, de los 3,08 millones de euros destinados en 2019 a los 3,17 millones previstos para 2020. Para hacernos una idea aproximada, con esta cantidad de dinero se podrían adquirir unos 142 respiradores de UCI (a 27.000 dólares la unidad) o se podrían comprar 630.000 litros de aceite de oliva.


Dada la situación de crisis sanitaria y económica que atraviesa el pueblo sometido al Estado español, derrochar semejante cantidad de dinero, cuando apenas se va a fomentar el turismo por razones obvias, parece darnos pistas de donde los gobernantes ponen sus prioridades.


Pero Madrid no es la única ciudad que se dedica a despilfarrar miles y miles de euros a la par que se nos dice que no hay presupuesto para servicios sociales, sanidad o educación. Vigo, por poner otro ejemplo, tiene previsto gastar en 2020 un total de 800.000 euros, es decir el alcalde del PSOE va a dedicar 36 respiradores para iluminar su ciudad. 1.860 toneladas de harina iluminaran las calles de Vigo.


Barcelona, por su parte, ha aumentado en un 65% su presupuesto y prevé gastar un total de 1,5 millones de euros en la decoración navideña en 2020. A Ada Colau (antigua activista de la PAH y alcaldesa de UP) parece darle igual gastarse 67 respiradores en iluminar las calles comerciales de Barcelona en un tiempo en el que lo más responsable no parece ser irse de compras. La Barcelona de Ada Colau gastará en alumbrado navideño el presupuesto equivalente a 1.666 multas finalmente no impuestas a activistas de la PAH por ocupar una sede del BBVA durante una protesta en 2017


Este pequeño esbozo nos obliga a preguntarnos qué intereses defienden nuestros alcaldes, ¿los de la clase trabajadora o los de las grande empresas? Parece que la “ideología” y la ética se suprimen cuando se trata de derrochar el dinero.


Es cierto que 3,17 millones de euros pueden parecer poco en términos macroeconómicos, sin embargo, cuando nos percatamos que con este dinero podríamos haber salvado a 142 personas, o podríamos haber contratado a más sanitarios, o haber mejorado las condiciones de los ya contratados, nos da mucho que pensar.

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